Preservación: Reflexiones sobre el Patrimonio y la Ciudad

Unidades Académicas
Escuela Universitaria de Arquitectura
6 noviembre, 2025

Leyendo la opinión interesante y alentadora de la editorial de la Nación del 12-11-10, referida al proyecto de rescate del edificio de la Confitería del Molino y a cuestiones de la preservación respecto a la ciudad, me sentí motivado a reflexionar sobre patrimonio, realidad e historia de la ciudad.

Es historia el Coliseo Romano, lo es Notre Dame de Paris, el teatro Colón de Buenos Aires y también la estación de la TWA en la terminal 5 de Nueva York –obras puestas en valor y en mantenimiento- . Distintas ubicaciones espacio – temporales y distintas imágenes, pero cada una en su tiempo, expresando voluntades de búsqueda y superación entre la duda y la fe, al decir de Carl Sagan (USA 1934/96) sobre la virtud y el pecado que estimulan al hombre.

“Por cierto no es cuestión de endiosar el pasado y condenar a Buenos Aires a un anacrónico estado de anquilosamiento” dice claramente el editorial, esta frase marca en parte un dilema de la preservación, sus límites extremos suelen ser “todo preservación o todo demolición; entre estos se encuentra la sensatez, el sentido común, la inteligencia colectiva y el legado de la historia.

“La ciudad es el mayor invento humano” decía Lewis Mumford (USA 1895/1990). El hombre en ella unió esfuerzos y voluntades y a partir de allí se desarrolló con todos sus avatares desde Catal Huyuk en Anatolia durante el neolítico hasta Nueva York hoy. Está demostrado que esta estructura de ciudad la conforma una sucesión de capas temporales que condensan inteligencia y materialidad en un esperanzador viaje espacial.

Ese mensaje leído a través de la historia nos enseña que la ciudad actual y la del futuro está asentada en la del pasado y descubrir sus leyes de crecimiento es la magnífica y gran tarea de especialistas y ciudadanos integrados en un proyecto común, para que la ciudad siga siendo el gran invento humano y no el factor de disociación. En este marco hay mantenimientos, reemplazos con nuevas obras y también reciclados de antiguas estructuras que conservan sus valores y se asocian a lo contemporáneo.

Asumimos también que la ciudad es un tema muy complejo, con simultaneidad de funciones, estructuras y sistemas. En la antigüedad su lectura fue simplemente icónica, a través de las murallas, el recorte en el horizonte o la mimesis geográfica, fundamentalmente una superestructura sobre el terreno. A medida que el hombre fue perfeccionando la técnica como herramienta de posibilidades y las circunstancias históricas fueron aumentando la escala de la ciudad, la complejidad también creció: sistemas de defensas, provisión de servicios, extracción de desechos, vías de comunicación, etc.

Por lo tanto, pensar hoy la ciudad, no es solamente ocuparse de los edificios o lo que forma la superestructura, lo que se ve sobre el plano de la vereda, sino también los sistemas que están bajo ese plano, que son la verdadera estructura de sostén de la ciudad contemporánea –redes de servicios y comunicaciones-, calles, espacios verdes, accesos y egresos a la misma, sustentabilidad bioclimática, etc.

La ciudad actual presenta estadios de colapso, su desarrollo le gano a la gestión, nuestra Buenos Aires tiene grandes falencias en su estructura y servicios y también límites que impiden su crecimiento en horizontal, sean estos físicos y/o políticos, no hay otra alternativa como tendencia prospectiva que el crecimiento en vertical.

Como será el nuevo perfil, lo podemos prefigurar entre todos –acción colectiva: gestión oficial y ciudadanospero su destino es inexorable la ciudad crecerá, así que una buena política es la mayor información y participación con conocimientos, sensatez, sin nostalgias y sin exclusiones en la empresa diaria que implica diseñar el futuro y seguir haciendo la historia de la ciudad con sus hitos del pasado y las nuevas construcciones.

Arq. Norberto J. de la Torre
Director de la carrera de Arquitectura
Universidad Argentina John F. Kennedy