El 12 de octubre, lejos de conmemorar un descubrimiento o un encuentro armonioso entre culturas, recuerda el devastador proceso de conquista y colonización de un continente habitado por diferentes pueblos con identidades, conocimientos, lenguas y territorios propios. En Argentina, habitan más de treinta pueblos indígenas, que siguen reclamando reconocimiento, justicia y acceso a derechos básicos. Por ello, muchas organizaciones proponen resignificar la fecha y reivindican el 11 de octubre como “el último día de libertad de los pueblos americanos”.
A más de cinco siglos del inicio del proceso de colonización, sus efectos persisten: desigualdad estructural, despojo y represión ante los reclamos son parte de las condiciones que enfrentan muchas comunidades originarias. El artículo 75, inciso 17, de nuestra Constitución reconoce su preexistencia étnica y cultural, y garantiza derechos específicos. Sin embargo, el Estado aún tiene una deuda pendiente en el cumplimiento efectivo de esos derechos.
En este sentido, pensar la diversidad cultural implica asumir también la tarea de reflexionar acerca de las desigualdades históricas que la atraviesan. No alcanza con celebrar las diferencias si no se cuestionan los procesos de alterización y las jerarquías construidas a partir de categorías sociales que aún persisten, como la de “raza”, nacida al calor de la expansión colonial europea para justificar la dominación de unos pueblos sobre otros.
Desde la Universidad John F. Kennedy, queremos proponer a nuestra comunidad que esta fecha sea una oportunidad para reflexionar críticamente sobre los sentidos que circulan en torno a los pueblos indígenas, para visibilizar sus luchas históricas y presentes, y para fortalecer el diálogo intercultural como camino hacia una sociedad más justa, plural y democrática.
Área de Género y Diversidad
Universidad John F. Kennedy