En una fecha como hoy debemos atesorar en el presente, algo más que sucesos del pasado. En una fecha como hoy conmemoramos el paso a la inmortalidad de uno de los máximos próceres de la gesta de la Independencia, como lo es el General Don Manuel Belgrano, evocando, a su vez, la creación de uno de los representativos símbolos de la identidad argentina, como lo es la Bandera Nacional. Insignia que flameara por primera vez, a orillas del río Paraná, el 27 de febrero de 1812, cuando el General Belgrano instó a prestar juramento para defenderla y honrarla a los soldados apostados en las baterías “Libertad” e “Independencia”. Hasta aquí una muy breve reseña histórica pero lo que nunca será breve, y por eso la importancia de seguir atesorándolo en todo tiempo, es el inmenso legado y la gran responsabilidad que hoy se asienta sobre nuestros hombros. Y sostengo estas palabras por considerar que Manuel Belgrano ha sido uno de los hombres más probos de nuestra historia, un intelectual avezado de intachable integridad y firmes convicciones patrióticas; un convencido de la trascendencia de trabajar desinteresadamente por sus anhelos más sentidos, un infatigable “Hijo de la Patria” al servicio del progreso de la Nación y de la educación de su Pueblo. Sin dudas, un inmenso ejemplo de dedicación y entrega por la que deberíamos seguir llamando hoy “nuestra causa común” y, especialmente, un ejemplo de compromiso de quien no dudara en llevar adelante hitos más que significativos para nuestra Independencia, como lo fueron las batallas de Tucumán y Salta, y una de las máximas muestras de valor y liderazgo como lo fue la conducción del Éxodo Jujeño, desde la misma retaguardia, siendo el último en pisar las tierras que quedarían arrasadas para la llegada de los realistas. Este es el ejemplo de Manuel Belgrano, ejemplo que se proyecta desde su máxima creación: nuestra Bandera Argentina, símbolo de nuestros ideales de libertad e independencia, en aquellos tiempos, y probablemente, de compromiso y dedicación, en los actuales.
Es por eso que hoy conmemoramos dos ideales belgranianos: el de seguir construyendo una nación en la que la educación, el respeto y el compromiso sean valores principales de todo gobierno; y el de sentir que nuestra insignia patria nos permite hermanarnos entre sus pliegues, con la responsabilidad de trabajar, todas y todos, para ser “buenos hijos de la Patria”.
Dr. Diego Monasterio
Director de la Licenciatura en Relaciones Públicas
Universidad Argentina John F. Kennedy
