El 17 de mayo es el Día Mundial del Reciclaje. Esta fecha fue establecida por la UNESCO, con el fin de concienciar a las personas y a las empresas, públicas y privadas, acerca de la importancia de realizar una correcta gestión de los residuos. Asimismo, se alinea indiscutiblemente con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ya que el objetivo número 12, se centra en la producción y el consumo responsable. Desde la Universidad Kennedy, creemos firmemente en la importancia de educar a los futuros profesionales en el reciclaje, y entendemos que este camino es la base de un futuro sostenible, que comienza en nuestros hogares y aulas, con la valiosa tarea de educar sobre la importancia de la gestión comprometida de residuos. Pero, ¿cómo podemos transmitir este valor esencial a la próxima generación?
Este desafío comienza tomando conciencia y reflexionando entre todos, entendiendo que nuestra Tierra es un sistema finito, y todos compartimos la responsabilidad de cuidarla. La educación ambiental juega un papel imprescindible en la creación de conciencia sobre nuestra interacción con el medio ambiente y cómo nuestras acciones pueden tener un impacto significativo. El reciclaje es una de esas acciones.
No se trata simplemente de una actividad aislada; sino, que debe concebirse como una manera de enseñar la importancia de utilizar eficientemente nuestros recursos naturales y minimizar los residuos. Cuando reciclamos, conservamos los recursos naturales, reducimos la necesidad de los vertederos, y disminuimos la contaminación del aire y del agua generada por la eliminación de residuos. También se favorece la economía circular, ya que tiene alcance directamente sobre diferentes actividades al brindar un nuevo uso a aquellos elementos que se descartan. Ello impacta no únicamente en la preservación del ambiente, contribuye además a generar nuevas actividades de desarrollo económico. Cada pequeño acto suma para formar una cadena de eventos que puede tener un alto impacto a nivel global.
Las comunidades educativas y los docentes, adquirimos un papel fundamental en la promoción de comportamientos respetuosos con el planeta. La educación y la práctica del reciclaje son herramientas valiosas para formar una generación de profesionales conscientes del medio ambiente. Estos hábitos, pueden estimular a nuestros estudiantes a convertirse en actores responsables, que sean conscientes de la importancia de proteger nuestra casa, por nosotros y por las futuras generaciones, porque cada pequeño esfuerzo cuenta cuando se trata de proteger nuestro mundo.
Mg. Silvia Birnenbaum
Secretaria de la Carrera de Bioquímica
Universidad Argentina John F. Kennedy
