Los días especiales celebrados tienen generalmente ese cariz un tanto formal, artificial, que pareciera quitarle un poco del espíritu que los inspiró y del propósito que se fijaron. Por eso además de recordar que, en este día, en el año 1616 coincidentemente, Willian Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega partieron de este mundo dejándonos la monumental obra de su talento. En su honor posamos nuestra mirada en el libro, los libros.
Y haciéndolo, siento la necesidad de compartir con ustedes esas experiencias de poner nuestra mirada en nuestros libros. En los viejos, los nuevos, los de estudio, los de cuentos, los que ya no recuerdo si los terminé de leer y con curiosidad los saco de entre otros y los abro y, como en cada caso, descubro cómo los hice míos: ¿les puse mi nombre? (¡Mis primeros intentos de mi firma! Con firuletes!) mis subrayados, los papelitos que me olvidé en ellos…Después, noto en algunos otros, los de mi tiempo de estudiante, líneas de distintos colores, algunas palabras claves al margen y… me acuerdo de ese examen…y sigo mirando y me topo con esa novela romántica…de mis catorce años, cómo lloré con la heroína, con sus sufrimientos que sentía míos. Pero nada comparable a las aventuras de los piratas de la colección Robin Hood que devoré en mi niñez y en algún gesto de adultez regalé a algún sobrino. Y sigo buceando en los anaqueles y cada libro que reconozco es de alguna forma, un pedazo de mi vida. ¡Los que hicieron huella y los vuelvo a leer una y otra vez y en cada instancia me dicen algo más!
En estos tiempos de pandemia que nos dejan ciertos momentos vacantes, qué bueno es volver a mirarlos, a revisitarlos y descubrirlos nuevamente, y dejar que nos hagan vivir otra vez los infinitos universos que cada uno de ellos nos habilitaron, a la luz de quien hoy somos, comprendemos y sentimos.
Para conmemorar este Día Internacional del Libro nada mejor que reconocer vívidamente que ellos, los libros, ¡son los grandes compañeros de nuestras vidas!
¡A los grandes y pequeños hacedores de los libros, Salud! A nosotros lectores, nuestro agradecimiento.
Dra. María Elisa Herren
Rectora Emérita
Universidad J. F. Kennedy
