A casi medio siglo de los sucesos históricos que dieron lugar al golpe cívico militar de 1976 en Argentina, inaugurando mediante el trágico golpe de estado de 24 marzo, el período más oscuro de nuestra historia nacional; nos preguntamos cómo rememorarlo y trasmitirlo a las nuevas generaciones.
¿Cómo construir puentes entre las memorias (incluso en sus dislocaciones), los derechos humanos y la cultura democrática? ¿Cómo prevenirnos de viejos y nuevos totalitarismos y absolutismos que no respetan pluralidades políticas, sociales ni culturales?
Posiblemente, un ejercicio histórico valioso sea el de desandar imaginariamente los caminos transitados en la adquisición de nuestros derechos democráticos fundamentales tras la institucionalización del Terrorismo de Estado y Plan Cóndor en América Latina.
Repensar las condiciones de posibilidad de emergencia de esos procesos. Detenerse en las diversas formas de construcción de consenso social, en las resistencias y luchas por la restitución democrática. Aprehendiendo las múltiples dificultades acaecidas, se mensura mejor el valor de la cultura democrática. El valor de la libertad, en un sentido amplio, que no está garantizada en todas las latitudes y requiere atención permanente.
Invitamos a toda la Comunidad Kennedy a reflexionar en sus casas, en las aulas, en sus ámbitos laborales y en sus vecindarios. A poner en práctica estos ejercicios de evocación individual y colectiva por la Memoria, la Verdad y la Justicia, para poner en valor nuestra cultura democrática.
Dra. María José Nacci
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Universidad Argentina John F. Kennedy
